jueves, 5 de marzo de 2020



(Por El Diario del Juicio*) 
Se cumplió el tercer aniversario de la Masacre de Pergamino, el primero desde la sentencia que condenó a 6 policías con penas de 6 a 15 años por las muertes de Alan Córdoba, Federico Perrotta, Juan José Cabrera, Fernando Latorre, Jhon Claros, Sergio Filiberto y Franco Pizarro, ocurridas en la Comisaría Primera. El Diario del Juicio viajó a esa ciudad para acompañar a las familias y compartir esta crónica.

Este 2 de marzo es otro día para el recuerdo. O para el olvido. El límite entre esas dos instancias es muy fino y difícil de divisar. Lo que es claro es que la angustia sobresale, que no existe abrazo o palabra de aliento que sirva de consuelo, que no existe razón alguna para intentar sacar una sonrisa. Quizá sea porque es el primer aniversario luego del juicio que, para las familias, no fue más que una prolongación de la injusticia. O quizás no, y simplemente cada 2 de marzo, las familias necesitan canalizar el dolor con lágrimas. La hermosa tarde de Pergamino vio llegar, desde los primeros minutos de las seis de la tarde, a familiares y amistades de los chicos, a organizaciones sociales, políticas, sindicales, a vecinas y vecinos. La concentración fue en la esquina de Av. De Mayo y San Nicolás, el punto más céntrico y neurálgico de la ciudad. Ciudad sojera, conservadora, con fieles votantes de las máximas expresiones de derecha del país. Ciudad donde la gente niega, olvida, no reconoce, silencia, invisibiliza, que aquí ocurrió una Masacre. Y que el Estado es el responsable.

Principalmente, lo es la Policía, cuyos integrantes omitieron acciones ante un incendio en un lugar del que solo ellos tenían el control, cerrando la puerta de la celda 1 de la Comisaría Primera, sentenciando así, a siete familias, a convivir con este dolor horrible por el resto de sus vidas .
Cerca de las siete, comienza la marcha ante la indiferencia de algunos locales comerciales del centro pergaminense, que ignoran el paso de la columna y continúan con su vida cotidiana.

La marcha deja atrás algún aplauso, algún "bien, sigan luchando" de algún buen hombre que luego, cuando se lo invita, a marchar, se niega. Pero sobre todo, deja muchas caras de desprecio, de disconformidad: de los habituales "me ensucian la calle" o "no es la manera". La marcha es pacífica y respetuosa: cinco o seis perros jugando son el prólogo de un centenar de personas que viene marchando detrás. Encabezan las madres y padres de los chicos con una bandera que grita: "La injus7icia de la jus7icia". Siempre los 7 reemplazan a cada T, con su color rojo sobre el lógico fondo negro. Una marca que ya se ha instalado entre quienes queremos guardar y contagiar esa memoria. Atrás, y acompañando de ahora en adelante con su fuerza, las Madres de los Barrios Fumigados. Ellas comenzaron a organizarse en asamblea hace un tiempo, y ante el micrófono destacan que seguirán acompañando esta causa porque también son madres y porque hay que acabar con todas las injusticias de una vez y para siempre. De vez en cuando -para callar algún silencio que sobra- las familias aprovechan y vuelven a gritar los nombres de los pibes, cada uno se corona con un rotundo "¡Presente! ¡Ahora y siempre!". Tampoco falta lugar para nombrar a los 6 ex policías, Alberto Sebastián Donza, Alexis Eva, Sergio Rodas, Brian Carrizo, Matías Giulietti y Carolina Guevara, que cumplían servicio aquel 2 de marzo, y que recibieron condenas de entre 6 y los 15 años en el juicio que finalizó el 20 de diciembre del año pasado.

Los cánticos son los de siempre, los que les enseñaron a estas familias las madres de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil: "Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar". Y así es: su venganza no es ir a buscar a los responsables de la Masacre para atacarlos. Es ir a buscarlos para demostrarle a la justicia cómo ellos, los que ostentan el privilegio de la domiciliaria, violan este derecho y salen a pasear a sus perros o a llevar a sus hijos a la escuela. Ya ninguno de los 7 podrá hacer algunas de esas cosas, nunca más. Camina Andrea Filiberto, la hermana de Sergio Filiberto. Está impregnada con la misma tristeza que el resto de las familias: “Seguimos sintiendo la misma injusticia a pesar de que están todos condenados. Porque es un logro bárbaro que los seis policías que fueron acusados estén condenados con penas dentro de todo de muchos años, y ahí está lo injusto: que si te condenan a 11 años te den arresto domiciliario. Se está juzgando con doble vara, como decimos siempre.”, resalta con firmeza Andy, como le dice todo el mundo por aquí, mientras todavía se siente abrumada por la justificación de las domiciliarias. “Cuando leyeron la sentencia, el juez se acordó de la superpoblación que hay en todos los lugares de encierro. Hay como una doble cargada y eso es lo injusto para nosotros. Así que seguimos luchando y pidiendo cárcel común; ya hemos presentado las apelaciones correspondientes, sobre todo porque en el juicio se pudo comprobar que fue un claro homicidio, que estuvo la intención de esos policías de dejarlos morir, sabiendo que el único resultado que podían obtener de ese abandono era la muerte, los dejaron morir. Entonces es un homicidio. Por eso también se apela la carátula. La CPM (Comisión Provincial por la Memoria), que representa a cinco familias, apela también la carátula. Y el fiscal, que dentro de todo obtuvo la cantidad de años que solicitó por abandono de persona seguido de muerte, apela la modalidad también. No está de acuerdo con ese arresto domiciliario que les concedieron”, señala. .. Atravesando dos cuadras de la peatonal San Nicolás, con unos 100 metros. de manifestantes, se llega a la intersección con la calle Dorrego; a unos 30 mts. se encuentra la ex comisaría. Al llegar, Diego, hermano de Sergio Filiberto, y Carla Ocampo Pilla, abogada de la CPM (Comisión Provincial por la Memoria), que defendió a 5 de las familias, izan la bandera del colectivo Justicia x los 7 como anunciando que, al menos lo que dure la manifestación, este lugar será propio. La puerta de la antigua comisaría, que ya de por sí guarda una energía particularmente negativa -que arrastra desde la época de la dictadura,cuando funcionó como Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio- es el escenario del acto principal. Algunos familiares llegan y cuelgan sus banderas, prestando la escenografía de lo que será, por unos 40 minutos, el lugar de reunión. Y logran su cometido: un respetuoso lugar de encuentro, donde la mayoría guarda silencio y algunas madres, solo algunas, pronuncian unas palabras. Palabras no escritas. No hay un documento común, ni un discurso preestablecido. Estas madres expresan lo que lo que sienten, cuánto extrañan. Demasiado. Todo lo que se puede extrañar, y más. Lloran, se abrazan, no encuentran consuelo, otra vez. La gente que acompaña guarda un profundo respeto y silencio, que hace que cada vez que una madre termina de hablar, y luego de los aplauso, el silencio se hace angustiante. Y hasta que otra no decide tomar el micrófono, el silencio aturde.

La tarde va cayendo y con ella esta actividad, que se verá complementada con otra que habrá el próximo sábado 7 de marzo en la Plaza Atahualpa Yupanqui. En esa ocasión se hará un festival organizado, no por las familias, sino por otros organismos, agrupaciones, espacios, asambleas, que decidieron hacer este homenaje a los 7 y este abrazo a las familias.

Pero no todo queda en el dolor. Habrá una revancha para reír y bailar un rato, para escuchar música y comer algo, porque como dicen siempre las familias: ellos también eran eso. Los pibes también eran baile, eran risas, eran alegría, abrazo, música. Lo son. Quizás en estos días lo que gobierne sea la angustia, pero en el recuerdo y en la lucha, se puede ver que la justicia la están construyendo cada día entre todos y todas. Que la Justicia x los 7 es un grito popular y que no quedará en las puertas de ninguna institución, ni judicial, ni policial. Quedará en las calles y en las plazas.

Texto y foto: Julian Bouvier  (La Retaguardia)
Edición: Fernando Tebele (La Retaguardia) y Andres Masotto 

*Este diario del juicio a los policías responsables de la Masacre de Pergamino, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, FM La Caterva, Radio Presente y Cítrica. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguimos diariamente en https://juicio7pergamino.blogspot.com 

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